Bienaventurados los Mansos

“Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad”.

Mateo 5:5

La palabra manso proviene del griego praus (πραΰς) la cual en ocasiones se traduce como humilde en otras versiones de la Biblia. 


Realmente la humildad no era una virtud sobresaliente para los griegos en los tiempos de Jesús, más bien era una característica que expresaba cobardía e inferioridad por lo que a nadie le gustaba de ser llamado humilde o manso. Sin embargo ahora viene Jesús introduciéndola como una de las más grandes virtudes en la vida de los seres humanos.  


En este pasaje Jesús está citando el Salmo 37:11 que dice: “pero los mansos heredarán la tierra y se recrearán con abundancia de paz”, (Salmo 37:11), y en el hebreo la palabra manso es anáv (עָנָו), palabra que se usaba para referirse a los afligidos y desposeídos cuya única esperanza estaba en Dios. 


En los tiempos de Jesús eran muchos los desposeídos y afligidos que sufrían la opresión de los romanos y otros malvados que se aprovechaban de la situación política del país para sacar provecho. Sin embargo, Jesús les dice bienaventurados a éstos que la sociedad puede llamar los desposeídos y desgraciados. Los que son considerados desposeídos Jesús les dice: recibirán la tierra por heredad. Una vez más Jesús contrasta la realidad de los seres humano al decir que los únicos que tienen una verdadera herencia son aquellos que a los ojos de la humanidad son pobres y desposeídos. Los ricos y poderosos pueden llamarse dichosos porque creen que tiene su existencia segura en este mundo al creerse dueños de todo lo que tienen, pero los verdaderos dichosos son los manso que esperan en Dios su herencia. En el Nuevo Testamento hay dos palabras que se usan para describir la virtud de la humildad y aparecen juntas en un versículo donde Jesús nos invita a imitarlo.


Llevad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y hallaréis descanso para vuestras almas”.


 En este texto aparecen dos palabras que describen la personalidad de Jesús y que aparentemente son sinónimos en nuestro idioma, mas no en el griego. La primera es praus (πραΰς), la cual ya hemos considerado anteriormente, sin embargo, hay un detalle importante en cuanto al uso que frecuentemente se le daba en el griego. Praus llego a ser una palabra que en ocasiones también se utilizaba para describir a un animal que había sido domesticado y entrenado para obedecer a sus amos sin el peligro de que respondiera con agresividad. En el cristiano esta cualidad de mansedumbre describe a una persona completamente sujeta a Dios, que ha crucificado todos sus bajos instintos, que no reniega, sino que está pronta a obedecer lo que su Señor le dice. 


Por otra parte, la segunda palabra de donde se traduce humilde es tapeinós (ταπεινός), la cual describe a una persona que tiene un concepto equilibrado de sí misma. Una persona humilde reconoce sus capacidades, cualidades así como sus limitaciones e imperfecciones, jamás se considera estar por encima de los demás; pero tampoco se llega a considerar inferior.


Humildad no es pensar menos de ti, sino menos en ti”.

Rick Warren


Estas virtudes son contrarias a lo que el mundo suele practicar pero son de gran estima delante de Dios: “Jehová exalta a los humildes, y humilla a los impíos hasta la tierra”, (Salmo 147:6)


Ahora Jesús, el gran Maestro estaba parado enfrente de una multitud de abatidos y despreciada por la sociedad de su tiempo diciéndoles: Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad.


☑️ Continúa el próximo Lunes


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